Ingredientes:
2 tazas de harina, 2 cucharadas de mantequilla, 3 yemas, 1 cucharadita de pisco, 1 taza de manjar, mostacillas para decorar.
Para el merengue italiano:
2 tazas de azúcar, 1 taza de agua, 4 claras, 1 cucharadita de vinagre.
Preparación:
En una procesadora poner la harina, la mantequilla y las yemas de huevo. Añadir el pisco y, de ser necesario, agregar un poco de agua hasta obtener una masa más fácil de trabajar. Envolver en papel plástico y llevar al refrigerador.
Mientras, precalentar el horno a 180ºC y empezar a preparar el merengue italiano*.
Sacar la masa del refrigerador y con la ayuda de un uslero estirar bien hasta que tenga tres milímetros de espesor. Cortar la base de los chilenitos con un cortapasta redondo de cualquier tamaño. Poner en una lata de horno engrasada o sobre una placa de silicona y antes de hornear pinchar con un tenedor. Hornear por diez minutos aproximadamente hasta que la masa esté levemente dorada. Sacar y dejar enfriar.
Poner un poco de manjar en el centro de la base con una cucharita y esparcir sin llegar a los bordes. Luego, con la ayuda de una cuchara más grande cubrir con el merengue preocupándose de que quede bien liso. Volver a poner en la lata, espolvorear las mostacillas y llevar al horno a muy baja temperatura (100ºC) por treinta minutos hasta que se seque el merengue. Apagar y dejar enfriar dentro del horno.
Merengue italiano
Es ideal tener una batidora que funcione por sí sola o mucha paciencia, ya que hay que batir bastante. El resultado vale la pena. No hay nada como un merengue perfecto.
Preparar el almíbar poniendo el azúcar y el agua en una olla pequeña. Se necesita lograr uno a punto bolita (115º). Esto podemos verificarlo sacando un poquito de almíbar y poniéndolo en un vaso con agua fría; si se forma una bolita significa que está listo.
Con una batidora batir las claras hasta que estén casi firmes, junto con el vinagre -para estabilizar la mezcla- y, de a poco, empezar a agregar el almíbar muy suavemente. Revolver hasta que el merengue y el bol se enfríen. Queda ultra brillante, firme y sirve para absolutamente todo.