Además de todo lo que uno tiene que googlear para viajar con guaguas (vacunas, repelentes, entre otros ítems), acá les dejo algunos tips que con los años y después de un montón de viajes he aprendido. Mi primer viaje con guagua fue cuando la Luisa tenía un mes y medio. Nos fuimos a vivir a Australia y éramos totalmente primerizos con Arsenio, estábamos mega lejos de todo, de nuestras familias, solos, cabros chicos, medios pernos y muertos de miedo, sin saber mucho qué hacer con este poroto hermoso que teníamos en los brazos. Como ya han pasado casi 11 años de esa experiencia, aprendimos a movernos con guaguas y niños chicos cuando viajamos. Ya no nos enredamos tanto, no nos urgimos, sabemos qué hay que llevar y qué no para no parecer burro de carga. Lo mejor es ya sabemos cómo reaccionar frente a determinadas situaciones, como por ejemplo, las esperas largas en los aeropuertos (llevar un juego que no sea muy aparatoso. Naipes, el Uno, el Scrabble o el favorito que tengan), la gente que se enoja porque las guaguas lloran o porque los niños se mueven y patean los asientos (sí, los niños son seres humanos. Nada que hacer, salvo decirles a nuestras bendiciones que traten de no patear los asientos delanteros porque molesta y llevar unos chocolatines para regalar a los vecinos de asiento en el caso de algún llanto desconsolado, vómitos, etc. Nada como el cacao o el azúcar para superar cualquier impasse social), entre otras.
También muchas personas me han preguntado si mis hijos usan dispositivos electrónicos como tablets y sí, sí usan. Creo que los niños no pueden vivir en una burbuja, pero así como uno controla la ingesta de dulces y bebidas, las horas en que ven tele, las horas dedicadas a jugar o a hacer tareas, también hay que hacerlo con el uso de ipads y celulares. No soy de la idea de prohibirles que los usen porque es parte del mundo en el que viven, pero tampoco que vivan pegados a ellos. Pueden usarlos un rato sin problema.
Ahora como los niños están de vacaciones de invierno, nos tomamos una semana en nuestros respectivos trabajos para poder estar con ellos y disfrutarlos. Para la Fer será toda una aventura porque es su primer viaje en avión, así es que para que fuera lo más cómodo para ella, para mí y en realidad para todos. ¡Aquí van!
- Tener una mochila chica con todas las cosas de la guagua. Creo que es mejor no usar esos bolsos gigantes que cabe hasta la vecina adentro, porque a más espacio, más ambiciosa se pone una y echa y echa cosas como si fuera el bolso del Gato Félix, más no. Lo que yo echo son una mamadera chica con agua o jugo, medidas de leche, chupete, dos mudas de ropa, gorrito y zapatitos de lana (el aire acondicionado es satánico), y unos de esos sobres de viaje con toallitas húmedas, por cualquier cosa.
- Llevar un canguro, fular, portador de guagua, portabebé, como quieran llamarlo. Es lo más cómodo para tener las dos manos libres y que la guagua esté tranquila, siempre.
- Llevar un banano con todo lo imprescindible: documentos, celular, etc. Todo lo demás en una maleta con ruedas chica o mediana, porque ya es suficiente con el peso de la guagua.
- Ya lo puse en el número uno, pero ahora vamos con el desglose: en la mochila llevar una mamadera chica con jugo para ayudar a la succión y el dolor de oídos y ojalá dos mudas de ropa en caso de cualquier eventualidad. Recomiendo los enteritos tipo pijamas porque son más fáciles de poner y sacar y así se llevan menos cosas. Las tenidas de dos piezas suelen enredarse y son más incómodas.
- Vitaminas para que agarre en el ascenso y descenso, si es que la bendición no quiere tomar jugo.
- Una vez arriba del avión, pedirle a la auxiliar de vuelo que te deje estar al final de la cabina para que la guagua no esté tanto rato esperando a que la gente busque sus asientos y acomode sus maletas. Una lata para la guagua.
- Cerrar la ventana de aire acondicionado del asiento, ya que suelen enfermarse por culpa de eso.
- ¿Y qué pasa con los tablets?
- Llevar unos chocolatitos para repartir a las personas que están cerca, en el caso de cualquier cosa.