En Mamá y Bebé

En Mamá y Bebé

Tiempo: Horno: Dificultad:

Dificultad:

En Mamá y Bebé

Para ver la entrevista, haz click acá.


Una tonelada de amor, miles de besos, cientos de juegos y una pizca de relajo es parte de la receta que la chef utiliza para criar a sus 3 hijos. ¿El resultado? Muchas risas y una casa que expele amor.

Virginia es una mujer joven, llena de energía, que ha logrado compatibilizar muy bien el trabajo con su rol de madre de 3 niños: Luisa de 6 años y medio, Arsenio de 5 y el pequeño Rafael de sólo 1 año y medio.

Su centro de operaciones es su casa. Desde aquí coordina sus múltiples proyectos pero a la vez puede estar presente para compartir con sus hijos una vez que llegan del colegio y jardín respectivamente.

De ella sabemos que es una reconocida chef que ha salido en diversos matinales, que ha escrito dos libros y ya está pensando en un tercero, y que ha logrado hacerse un nombre y un espacio por su dinamismo y buena mano, pero queremos conocer a la Virginia mamá.

¿Era la maternidad un tema importante para ti?

Desde siempre supe que el ser mamá era una experiencia que yo tenía que vivir. Soy la menor de 5 hermanas por lo que mi entorno ha estado rodeado de niños corriendo y de fines de semanas muy familiares. Por lo mismo, cuando me casé con Arsenio no esperamos mucho y cercano al año y medio quedamos esperando a Luisa.

¿Cómo viviste esta primera experiencia?

Al ser una familia grande y de mujeres, apenas nació Luisa tuve mucha ayuda, muchas manos que me apoyaban en las mudas y los llantos, pero cuando aún era una recién nacida, por el trabajo de mi marido nos fuimos a vivir 1 año y medio a Australia, lo que para mí fue -en teoría- una experiencia muy difícil. Digo en teoría porque apenas me subí al avión entendí que había que cambiar el switch y de ahí en adelante todo fluyó. En Chile estamos acostumbrados a movernos poco con los niños, sobre todo tan chiquititos, pero el tener que hacerme cargo sola de mi guagua, fue finalmente una vivencia increíble, que me acercó mucho a Luisa y a Arsenio, y nos unió como familia. Finalmente terminamos recorriendo el sudeste asiático con ella y me di cuenta que era bastante más simple de lo que uno puede imaginar.

Y luego llegó Arsenio y recientemente Rafael, ¿Ha cambiado en algo tu actuar de mamá?

Arsenio y Luisa tiene muy poca diferencia, y creo que el haber viajado me ayudó a simplificar mi pensamiento con respecto a la maternidad. Llegué de vuelta a Chile embarazada y en esta segunda experiencia fui aún más relajada. La gran diferencia entre los ambos la marcó el parto. El primero fue normal mientras que el segundo tuvo que ser cesárea ya que Arsenio nunca se dio vuelta y su cabeza chocaba con mis costillas, que no lo dejaron girarse. Y ahora, con Rafael todo volvió a ser más fácil. Logré volver a tener un parto normal, lo que ayuda mucho a uno como mujer a recuperarse más rápido y sentirse bien antes.

¿Cómo te fue con el tema de la lactancia?

No muy bien. Pude darles poco tiempo pero no es un tema que me complique mayormente. Tengo claro los beneficios de la lactancia materna pero me estresa el hecho de que mi guagua llore de hambre, me angustio y lo paso mal y ante eso, prefiero generar un apego a base de cariños y contacto mientras de doy su mamadera que traspasarle el estrés que me generaba el no poder alimentarlos. Esto no quiere decir que me rendí, por el contrario, sé que si a futuro tengo otro hijo volveré a intentar darle papa lo más que pueda.

¿Cuál sería tu definición como mamá?

Me considero una mamá lúdica. Me gusta hacer muchas cosas con los mayores y tenemos rutinas específicas con cada uno. Por ejemplo, con Luisa cantamos las canciones de Violetta a “todo chancho” cuando vamos solas en el auto, mientras que con Arsenio vemos sus monitos favoritos a la hora de su leche. Pero en general tratamos de salir, hacer panoramas entretenidos y que ellos lo pasen bien. Además, soy más bien relajada y dejo que mis niños experimenten y vivan las experiencias que quieran, siempre obviamente resguardando que sean actividades acorde a sus edades.

¿Cómo se reparten las tareas con tu marido?

En eso tenemos una dinámica compartida con mi marido. Mientras yo me hago cargo la mayor parte del día de los 3, cuando él llega a la casa tipo 19:00 hrs. comienza su turno, entonces los baña, juega con ellos y los acuesta. Esto nos ha funcionado muy bien ya que después de que se duermen, comienza nuestro tiempo juntos.

¿Alguno de tus niños sacó tus dotes culinarios?

Luisa es seca. Le gusta mucho la cocina y es muy meticulosa igual que yo. Sacó mis mismas manías entonces es ordenada, la gusta que los cortes estén perfectos y probar cosas nuevas. Adora las ostras por ejemplo. Yo la acompaño y a ella le encanta estar en la cocina conmigo.

¿Cuál es tu rutina favorita con tus hijos?

El desayuno. Es un minuto que respetamos, ya que para mí es uno de los momentos más importantes del día, y muchas veces jugamos a que la casa es un restorán entonces pueden pedir lo que quieran. Se mueren de la risa y lo pasan increíble, aunque a veces igual les da vergüenza que la mamá actúe y haga el ridículo.

¿Cómo compatibilizas tu trabajo y tu rol de madre?

Tengo la suerte de tener un trabajo en el que yo puedo administrar mis propios horarios, entonces si me toca estar fuera de la casa en la mañana, trato de estar en la tarde para compartir con mis hijos y viceversa. Mi casa es como mi oficina y gracias a la ayuda de mis nanas y de mi marido, que es súper aperrado, puedo trabajar tranquila estando aquí, lo que es una gran suerte. Y lo que es mejor, es que veo que mis niños son felices, alegres, disfrutan y lo pasan bien. Creo que vamos por buen camino.

Ingredientes

Preparación

Materiales

Paso a paso

Datos